Cuadro Celta
La obra presenta una composición geométrica abstracta, dominada por líneas curvas y rectas que se entrelazan creando un patrón dinámico y visualmente impactante. El diseño se asemeja a un trébol de cuatro hojas estilizado, con cada hoja formada por una serie de arcos concéntricos que se superponen. La paleta de colores es minimalista, contrastando el negro intenso de las líneas con el fondo blanco cremoso, lo que acentúa la claridad y la precisión de las formas.
Elementos visuales: Las líneas son el elemento principal de la obra, generando un ritmo visual a través de su repetición y variación. Los arcos concéntricos crean una sensación de profundidad y movimiento, mientras que las líneas rectas aportan estabilidad y equilibrio.
